Qué dice el último parte médico de Alejandra «Locomotora» Oliveras publicado este lunes

La exboxeadora continúa en terapia intensiva en el Hospital José María Cullén de Santa Fe en estado crítico y pronóstico reservado producto del ACV que sufrió hace una semana.

Alejandra Locomotora Oliveras continúa internada en terapia intensiva en estado y su pronóstico es reservado producto del Accidente Cerebro Vascular (ACV) isquémico que sufrió hace una semana. El Hospital José María Cullén, de la provincia de Santa Fe, difundió el último parte médico.

El director del centro de salud, Bruno Moroni, indicó: “Alejandra Oliveras se encuentra estable clínicamente, con evaluaciones neurológicas y monitoreo permanente. Los otros parámetros clínicos se encuentran estables. Se mantiene similar desde lo clínico, con un monitoreo dinámico”.

Y agregó: «Cuando hablamos de estabilidad significa que mantienen parámetros controlados. Pero lo trascendental son las evaluaciones neurológicas».

El especialista aclaró que el estado de la exboxeadora “sigue siendo crítico y con pronóstico reservado”. Además, confirmó que se le redujo la medicación por momentos y explicó en varias oportunidades que el cuadro es “dinámico”.

El miércoles pasado, Oliveras fue operada de urgencia para realizarle una craniectomía descompresiva, una intervención que busca aliviar la presión en el cerebro producto del ACV isquémico que sufrió el lunes. Desde entonces, permanece bajo cuidados intensivos y con monitoreo constante.

Qué es un ACV isquémico, el grave problema de salud que sufrió Alejandra «Locomotora» Oliveras

Un ACV isquémico se produce cuando el suministro de sangre que va a partes del cerebro se obstruye o reduce, lo que evita que el tejido reciba oxígeno y nutrientes y provoca que las neuronas empiecen a morir en minutos.

Este es el tipo más común de ACV. La reducción del flujo sanguíneo, denominada isquemia, puede deberse a depósitos de grasa, coágulos de sangre u otros restos que viajan por el torrente sanguíneo y se acumulan en los vasos del cerebro, estrechándolos u obstruyéndolos.

Según Mayo Clinic, los síntomas de un ACV incluyen: dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo; entumecimiento, debilidad o parálisis de la cara, brazo o pierna; problemas para ver en uno o ambos ojos; dolor de cabeza y problemas para caminar. Es fundamental buscar atención médica lo antes posible.

Una manera rápida de comprobar si una persona está sufriendo un ACV es usar el método FAST, llamado así por las siglas en inglés de cara (face), brazos (arms), habla (speech) y tiempo (time). Consiste en pedirle a la persona que sonría, levante ambos brazos y repita una frase simple: si un lado de la cara o un brazo se caen, o si arrastra las palabras, hay que llamar al médico de inmediato.