Estas naciones fueron señaladas como los lugares más seguros en caso de una catástrofe global.

En medio de un panorama internacional marcado por conflictos armados, tensiones geopolíticas y disputas entre potencias, la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial volvió a cobrar relevancia. La reciente escalada entre Estados Unidos e Irán, en el marco de su enfrentamiento indirecto con Israel, reactivó las alarmas en la comunidad internacional y volvió a poner en agenda los posibles escenarios de un conflicto global.
Frente a este contexto, una inteligencia artificial fue programada para analizar el mapa mundial en función de distintos indicadores de riesgo, con el objetivo de determinar cuáles serían los países más seguros si se desatara una guerra de escala global. El análisis consideró datos vinculados a la estabilidad política, la autosuficiencia energética y alimentaria, la ubicación geográfica y el nivel de involucramiento en alianzas militares.
Según los resultados del algoritmo, tres países se destacan por sus condiciones para ofrecer refugio y seguridad en un escenario bélico internacional. Islandia, Nueva Zelanda y Suiza encabezan la lista debido a su tradicional neutralidad, su bajo perfil en conflictos armados, sus estructuras políticas sólidas y sus capacidades internas para sostenerse sin depender de otros territorios.
Qué países estarán más seguros en una posible Tercera Guerra Mundial según la inteligencia artificial
En un contexto mundial signado por tensiones geopolíticas, una inteligencia artificial analizó múltiples variables para identificar los países que podrían ofrecer mayor seguridad si estallara una Tercera Guerra Mundial. Entre los factores evaluados se encuentran la ubicación geográfica, la estabilidad política, la autosuficiencia alimentaria y energética, y la preparación ante emergencias. Según el informe, Islandia, Nueva Zelanda y Suiza se destacan como los tres territorios mejor posicionados para resistir un conflicto global de gran escala.
Islandia encabeza la lista gracias a su localización remota en el Atlántico Norte y su ausencia de fuerzas armadas. Este país, que lidera el Índice Global de Paz desde 2008, depende de la OTAN para su defensa, pero mantiene una alta estabilidad interna. Además, produce toda su energía mediante fuentes renovables y su industria pesquera garantiza la provisión de alimentos, lo que refuerza su autosuficiencia y su bajo nivel de exposición a conflictos externos.
En segundo lugar se ubica Nueva Zelanda, una nación insular situada a más de 2.000 kilómetros de Australia. Su distancia de las principales zonas de tensión, sumada a una economía basada en la agricultura y ganadería, la convierten en un territorio autónomo y con baja exposición geopolítica. Ocupa el segundo puesto en el Índice Global de Paz 2025 y cuenta con una destacada capacidad de resiliencia frente a catástrofes naturales o crisis globales.
Suiza, por su parte, mantiene una política de neutralidad desde 1815 y logró mantenerse al margen de las dos guerras mundiales. Su sistema político descentralizado, sumado a una economía sólida, garantiza estabilidad. El país dispone de refugios antibombas para toda su población, infraestructura para ataques químicos y nucleares, y una estructura militar basada en el servicio obligatorio. Su capacidad agrícola también permite el autoabastecimiento de productos esenciales.
En relación con Argentina, aunque no figura entre los primeros puestos, presenta condiciones geográficas y de recursos que podrían favorecer su resiliencia ante un conflicto mundial. Su posición en el hemisferio sur la aleja de las principales zonas de enfrentamiento, y su abundancia de recursos naturales —como agua, alimentos, energía, gas y litio— son activos valiosos. A esto se suma un historial de neutralidad. Sin embargo, sufre desventajas asociadas a la inestabilidad económica, la polarización política y la escasa infraestructura para defensa civil.
Si bien ningún país está completamente exento de las consecuencias de una guerra global, el informe destaca que ciertas naciones presentan mejores condiciones para afrontar escenarios extremos. Islandia, Nueva Zelanda y Suiza sobresalen por su capacidad de organización, neutralidad histórica y autonomía en servicios básicos. Este análisis, basado en modelos de probabilidad generados por inteligencia artificial, no representa una predicción, pero ofrece una mirada orientadora ante un hipotético escenario bélico global.